Tus células usan la CoQ10 para el crecimiento y mantenimiento. Los niveles de CoQ10 del cuerpo disminuyen a medida que envejeces. También se ha descubierto que los niveles de CoQ10 son más bajos en personas con ciertas afecciones, como enfermedades cardíacas, y en quienes toman medicamentos para reducir el colesterol llamados estatinas. La CoQ10 podría ayudar a prevenir o tratar determinadas afecciones cardíacas y las migrañas.
En investigaciones sobre el uso de la CoQ10 para actividades y afecciones específicas, se observa lo siguiente:
Afecciones cardíacas: Se ha demostrado que la CoQ10 mejora los síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva. Aunque los hallazgos son desiguales, la CoQ10 podría ayudar a reducir la presión arterial. Algunas investigaciones también parecen indicar que, cuando se combina con otros nutrientes, la CoQ10 podría favorecer la recuperación en personas que han tenido cirugías de baipás y válvulas cardíacas.
Diabetes: Aunque se necesitan más estudios, algunas investigaciones parecen indicar que la CoQ10 puede ayudar a reducir el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y los niveles de colesterol total en personas con diabetes, lo que reduce el riesgo de enfermedad cardíaca.
Enfermedad de Parkinson: Investigaciones recientes sugieren que incluso altas dosis de CoQ10 no parecen mejorar los síntomas en personas con enfermedad de Parkinson.
Miopatía inducida por estatinas: Algunas investigaciones parecen indicar que la CoQ10 podría ayudar a aliviar la debilidad muscular y el dolor que a veces se asocian con la ingesta de estatinas.
Migrañas: Algunas investigaciones sugieren que la CoQ10 podría disminuir la frecuencia de estos dolores de cabeza.
Rendimiento físico: Dado que la CoQ10 participa en la producción de energía, se cree que este suplemento podría mejorar el rendimiento físico.